La casa general en la que el P. Zegrí vivió su etapa más dolorosa, años antes de morir, era “Nuestra Señora del Pilar”, ubicada en el barrio del Albaicín (Granada), y que aún hoy mantiene su esencia carismática en favor de los más pobres.
En sus orígenes, año 1883, se conocía como hospital “La Tiña”, por acoger a los pacientes con dicha enfermedad. Cuando desapareció el referido mal, el fin del centro cambió y pasó a ser orfanato de niñas pobres. Actualmente acoge a niños y jóvenes que entran a formar parte del hogar a través de la Policía o por la Junta de Menores. Los niños se encuentran en situación de régimen completo: manutención, escolarización, formación, etc.
La relación especial que el P. Zegrí tuvo con esta casa se debe a que era casa generalicia y en ella residía el gobierno general. También fue donde se celebró el primer Capítulo general, aunque el P. Zegrí ya estaba alejado de la Congregación.
El momento más significativo para nuestro Fundador corresponde al 24 de septiembre de 1894, fecha en que el P. Zegrí había sido rehabilitado por el Vaticano, tras vivir un proceso de alejamiento de la Congregación. En ese día él se había reunido con las hermanas del gobierno y celebró la primera Eucaristía con el gozo del feliz reencuentro:
“El 24 de septiembre de 1894, solemnidad de Nuestra Santísima Madre, volví de nuevo a la casa general y noviciado, teniendo la cumplidísima satisfacción de celebrar el santo sacrificio de la misa y predicar en la misa solemne” (carta circular 1896)
Sin embargo, esa primera Eucaristía se transformó paradójicamente en la última, porque el devenir de los acontecimientos impidieron que el P. Zegrí pudiese volver a la Congregación con todos los derechos que le correspondían.
En la capilla de la Virgen del Pilar, en la catedral, fue el lugar donde el P. Zegrí celebró la Eucaristía en esos últimos y dolorosos años de su vida.